lunes, 14 de diciembre de 2009

Imágenes

Resurge la entraña del espejo. Entre la niebla tu voz se silencia y el cuchillo se florea de tenerte acurrucado. Gemís, ladrás. No hay más enemigo que tu propio fluir vomitado por los siglos descompuestos, y tu imagen se hace llaga, herida irremediable para el ser bello y luminoso...
¿Qué tiene de bueno el sol ahora, o los ojos de los otros, si sólo están para reflejarte? Tu misma respiración le permite a la mente seguir despreciándote; tu misma vida se induce a apagarse. Y apagarse, si es inducido por la vida, está esquivando a la muerte... La muerte de la que hablan las imágenes.

Invitación

Desplomada, arte y parte del punto que vive entre las cosas, navegante de la tangente infinita: un barco invisible que jamás se hunde, jamás se clava; sólo embriaga de la nada y la hace vicio. Es el sinsendero mi sendero. Como tienen su sendero el perro y el gato sin preguntárselo, yo tengo mi sinsendero cuando ya no me pregunto, cuando dejo el esfuerzo que, como tal, me pasea por la mentira. Y huyo de las palabras: carteles del perdón, luchadoras eternas con la frustración.
Algunos alimentos, calor y ciertas verdades construidas por la costumbre, se obtienen de horas de autonegación.¿Cómo no vamos a estar los hombres reconstruyéndonos a cada instante, mirándonos con desconfianza, adorando la perfección, si en todo momento nos cobramos por estar ?
Me canso. Me canso y se me torna vital el letargo que baila entre los elementos, la verdad que aflora cuando todo se desangró de sentido, cuando todo se vendió y se esfumó. No hay palabras. Me envicio de esa nube que es árbol y viento, que es césped y asfalto...
Quizás te preocupes... No te cobres, no me cobres. Te invito a que vengas conmigo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Insustancial

Aparecen y un ser se recorta de mi
avanza y se construye con el miedo
que le dan esos ojos siempre hambrientos.

No quiere ver a mi pecho doliente
por sus gestos defraudados al notar
que aún no me hallo en este suelo.

Que aún no me siento el alimento
ni el estómago para sus elixires.

Cual otra triste esclava del muñeco
del deber ser: efímeros perdones
me excluyo al no alcanzar ni en sueños
a concentrarme en lo que debo.

Mundos y voces caminan solos
se dibujan con el aire del instante
y los pinto desde un lejano sitio.

¿Cuándo me robaron los momentos?
¿Cuándo comenzó la gran falacia
de ser insustancial para este mundo?

Un día me borró aquella certeza
del mercado eterno de dignidades
en que se transforman los encuentros.

¿Cuándo me robaron los momentos?
¿Cuándo comenzo la gan falacia
de ser insustancial para este mundo?

Despedida inevitable

Te regalo mi muerte envuelta en polvo de estrellas. Vos adorás ese gran brillo: su perfección deja tranquila tu paciencia. Tu sonrisa es el pase, de mi fantasma a este mundo.

Y entonces ya no puedo desear otra cosa.

Pero es mi muerte, mi muerte envuelta. Ya jamás volveremos a vernos.

Añoranza

Como añoro que retornes a la nave

que acurruques tus espacios para verte

y aparezcas de la nada como un susto.

Labios frescos se desprenden de tu cuerpo

lluvia blanca de dibujos en mi boca.

En momentos de miradas sin estuches

aplastás tu tiranía con un dedo

y en esponja, pura esponja me transformo

de tus ojos, frutos vivos del delirio.

Dormir conciente

Se esconden los llanos, las montañas y las verdes existencias. Se esconden los lagos y las piedras, los sonidos y los silencios. También tus ojos. Sé que están ahí, porque se esconden detrás de sus imágenes.
El andar se vuelve sólo, cobardía si hace frío, desmayo si abruma el calor, o simplemente andar. Es triste saber que no transitamos sólo imágenes... Alguna vez escuché y sé que existe, el son infinitode la montaña, el suspiro de los árboles, la música de las hojas en el aire, aquélla voz única: mis pies sabiéndose en su hogar hasta en los lugares jamás pisados.
Ahora grito a la existencia y se esconde. Se fuga de este camino de "aceptación"; sendero donde soy tan pequeña, tan incapaz de recibir y expulsar algo de luz...
(Encerrada en las medidas estoy, fóbica y vacía...)
Quizás si un día pudiera desviarme unos instantes, ese momento alcanzara para reencontrar algo... Algo de lo cual no poder desprenderme nunca.

El retorno

De un salto halló la niebla y perforando,

la mugre con su aliento

abrió su tibia carne y ahogó enteros

sus huesos.

La fiebre que algún día alzó sus ojos

al fruto de los tiempos

ahora le encendía el grito eterno

del descenso.

Porciones de la tierra nuestros cuerpos

se mezclan encontrando

la razón y exalan en el trance

el canto de su madre.

Si las pieles no entonaron aunque oyeron

la voz enraizada,

(cuando el cuerpo sólo estuvo de adorno

doliendo su existencia)

es que el grito de la tierra hubo implorado

su nuevo retorno.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Transitando por la nada



Sálvenme energías inexplicables. Sálvenme de la indiferencia.
No puedo creer ni pensar realmente en nadie, absorta en el hecho de llenar sus expectativas, por mi sólo deseo de autoperdón. Y yo nunca me perdonaré... Yo vivo de las migajas de la autocompasión. Yo veo el abismo en los ojos que me sonríen. ¿A quién sonríen? ¿A mí, o a un ideal que satisface su orgullo? ¿A mí, o a la afirmación de sí mismos? No puedo ya creerme totalmente aquí...
Me resultan desgastantes los nuevos rostros. Ellos prometen felicidades en las que mi cuerpo tiembla como si caminara en una cuerda floja. Ellos son nuevas evaluaciones, nuevos precios a pagar para saciar el ideal universal..., hermanos con los que me he enemistado por no sentir para mi las fraternidades, ni creerlas. No puedo ni deseo confiar. Lejana está la complicidad.
Y si mañana salgo a la calle con una lágrima pintada en la mejilla, una remera brillante gris y los pelos bellamente desprolijos, será sólo para mí. Y si digo una linda frase, me río como si nada y los miro con supuesta profundidad, será sólo para mí... Si bailo con el lenguaje del erotismo, si me depilo las piernas y si ahora escribo, es en el fondo sólo para mí. Para mí que no soy yo, porque yo, como todo ser vivo, necesito incondicionalidad.
Sálvenme energías, sálvenme de la indiferencia hasta de mí misma.